Algunos países y organizaciones internacionales, como las Naciones Unidas, convocan abiertamente a principios que buscan garantizar los derechos humanos. El Islam reconoció dentro de su ley y jurisprudencia los derechos humanos hace más de mil cuatrocientos años. Los derechos enumerados por las organizaciones internacionales modernas se caracterizan por tener deficiencias de concepto, errores en su formulación e injusticias en la aplicación. Están sujetos a agendas políticas, presiones económicas y puntos de vista con sesgo cultural. Llevan consigo los residuos del colonialismo y el imperialismo. Tales derechos a menudo se enumeran y establecen no por el interés de todos los seres humanos, sino para el beneficio de ciertos gobiernos, organizaciones y poderosos grupos de interés económicos o ideológicos. Esto se hace aún más evidente cuando, tal como vemos en todo el mundo, muchas personas sufren las peores atrocidades, y aún así, no existe ninguna organización que defienda a los pobres y débiles. Las claras inequidades y abusos entre los países e incluso dentro de ellos empeoran cada vez más ante nuestros ojos, y las recetas para la ayuda y el desarrollo no hacen más que sumirlos más profundamente en la miseria como si su misión fuera perpetuar la miseria y la servidumbre.

. El Islam proclama la protección, defensa y apoyo de los pueblos oprimidos del mundo, eliminando las causas de la opresión y la explotación. La Sharia islámica ha sido formulada para eliminar toda injusticia y explotación de acuerdo con las reglas que ordenan lo beneficioso, prohíben lo dañino y se esfuerzan en el camino de Dios Todopoderoso.

Dios dice en su Sagrado Corán: ¿Por qué no combatís por la causa de Dios, cuando hay hombres, mujeres y niños oprimidos que dicen: ¡Señor nuestro! Sálvanos de los habitantes opresores que hay en esta ciudad. Envíanos quien nos proteja y socorra? (4:75) 

 Es importante destacar aquí que el cumplimiento de las leyes que garantizan los derechos humanos en una sociedad musulmana está unido de manera inseparable al compromiso sincero con los principios islámicos que expresan la voluntad de Dios en letra y espíritu. Los regímenes gobernantes de algunos países musulmanes le dan la espalda totalmente al Islam y sirven a los poderosos de Occidente, mientras que otros sólo toman lo que sirve a sus propios intereses. Otros simplemente hacen de cuenta que implementan algunas enseñanzas y principios islámicos pero, en realidad, intentan destruir, distorsionar, o manipular el Islam desde adentro, e impiden la mera implementación de leyes islámicas. Éstos no son ejemplos de la defensa de los derechos humanos en el Islam. Por lo tanto, destacamos aquí la obligación que deben tener aquellos que desean estudiar el Islam objetivamente, estudiándolo por sus propios méritos, como un sistema totalmente desarrollado y probado a la largo de la historia, y no inclinarse hacia prácticas desviadas. El comportamiento y las acciones desviadas de ciertos individuos, grupos, personas, o gobiernos no deben influir en el juicio final de una persona sobre el Islam como forma de vida. La implementación de principios y derechos islámicos varían según el compromiso con el Islam y la capacidad práctica de aplicarlos a las circunstancias locales de los individuos. Si bien un sistema es bueno, pueden existir falencias y errores en la percepción y la aplicación. Si, por ejemplo, advertimos mentiras, engaños, incumplimiento de contratos, y corrupción en una persona, no debemos culpar de ello al sistema, a menos que el mismo permita esas prácticas y las utilice para su beneficio con doble discurso. Dado que el Islam prohíbe categóricamente estos males, uno debe reprochar a la persona misma por sus delitos, y no al sistema en este caso. Debemos examinar minuciosamente el sistema mismo y considerar sus frutos. El siguiente puede se un ejemplo simple: Si una persona necesita pan, va a la panadería, o al menos al sitio donde venden pan, como el supermercado o la tienda habitual. Si una persona que necesita pan va a la carnicería o a la frutería, probablemente no encuentre pan allí. En el Sagrado Corán hay un pasaje general que explica ese caso.  Si obedecieras a quienes son mayoría en la Tierra [los incrédulos] te extraviarían del sendero de Dios. Ellos sólo siguen conjeturas, y no hacen más que suponer. (6:116)

  Lamentablemente, observamos que muchos musulmanes en todo el mundo no son verdaderos representantes del Islam puesto que cometen graves errores y tienen serias deficiencias en la práctica y la creencia. Mencionamos esta desafortunada situación para advertir a quienes estudian el Islam de la influencia o el engaño provocados por las actitudes sectarias y vicios de aquellos musulmanes que erróneamente creen que han alcanzado una comprensión absoluta del Islam. Los verdaderos estudiantes no deben dejarse caer sino que deben mirar a aquellos musulmanes sinceros y que se esfuerzan por seguir de verdad las enseñanzas esenciales del Islam. Alentamos a los musulmanes a mantener las prácticas originales y la aplicación de su fe en todos los aspectos de la vida, y convocamos a los no musulmanes a examinar el Islam y entender sus principios.




Del libro : Los Derechos Humanos en el Islam y los errores de concepto más comunes

Dr.Abdur-Rahmán ash-Sheha

 






Preparar y presentar

Alshaykh /HAMZA KASEM

Miembro de la Unión Internacional de Eruditos Musulmanes

Miércoles ,1 de Rayab1443هـ , 2 de noviembre2022 م